Descubra el Museo Atelier Audemars Piguet
El Musée Atelier Audemars Piguet es una institución única que aúna la tradición y la vanguardia de Audemars Piguet. El museo de Le Brassus, en los Alpes suizos, es depositario de la historia, el presente y el futuro de la manufactura.
El pabellón de cristal en espiral bajo el oscuro cielo nocturno salpicado de estrellas parece una nave espacial que hubiera aterrizado en la extensión verde y cubierta de hierba, a las afueras del denso pinar. Sorprendería ver lo bien que se integra este edificio vanguardista en el bucólico entorno del Jura suizo y el Valle de Joux, cuna de la relojería suiza y sede -en el pueblo de Le Brassus- del atelier Audemars Piguet.
Asómese a la peculiar historia del valle suizo de los relojes
Enclavado en un valle a unos sesenta kilómetros de Ginebra, Le Brassus es el hogar de poco más de 1.300 personas, la mayoría de ellas agricultores, viticultores o, por azares del destino, fabricantes de relojes de lujo. Su más reciente punto de orgullo, el Musée Atelier Audemars Piguet, se eleva sobre el terreno como un puente entre lo antiguo y lo nuevo: las dos viejísimas casas de dos plantas en las que Jules Louis Audemars y Edward Auguste Piguet abrieron en 1875 lo que hoy se denominaría una empresa de relojería.
El novísimo museo permite a los visitantes asomarse a la peculiar historia del valle relojero suizo y admirar las obras maestras creadas por modestos artesanos que conquistaron el mundo. El corazón de la espiral alberga los 900 metros cuadrados de exposición, divididos en dos ateliers. El primero, Grande Complication, está dedicado exclusivamente a los relojes muy exigentes -complicados- cuya fabricación lleva hasta ocho meses, contando algunos de ellos hasta con 650 piezas.
La estrella de este pabellón es el reloj de bolsillo Universelle 1989, el reloj más complicado que Audemars Piguet ha fabricado nunca, con 1158 componentes y 21 funciones. El otro taller, Metiers d'Art, es el lugar donde las piedras preciosas se encuentran con los relojes preciosos. Los 300 modelos en exposición permanente, muchos de ellos únicos, han sido elaborados utilizando las numerosas habilidades que los maestros relojeros aprenden a lo largo de su vida, las habilidades que han forjado el pasado, el presente y el futuro de Audemars Piguet. Los visitantes pueden reservar visitas en línea y observar a los maestros en su trabajo, a través del cristal.
En relojería, muchas de las disciplinas consisten en conseguir el máximo impacto con el mínimo material. La relojería, como la arquitectura, es el arte y la ciencia de impregnar metales y minerales de energía, movimiento, inteligencia y medida para darles vida en forma de indicación del tiempo", afirma Bjarke Ingels, el arquitecto danés cuyo estudio BIG diseñó el Musée Atelier Audemars Piguet.
En sus quince años de actividad, BIG ha abierto oficinas en Copenhague, Nueva York, Barcelona y Londres, y ha diseñado un edificio para el campus North Bayshore de Google. Para el museo de Le Brassus, cooperaron con los arquitectos suizos de CCHE, galardonado estudio famoso por sus proyectos sostenibles y su arquitectura socialmente responsable.
BIG y CCHE están trabajando en otro proyecto para Audemars Piguet, siguiendo los mismos principios de eficiencia, sostenibilidad y calidad: el lujoso Hotel des Horlogers se extenderá a lo largo de 7000 metros cuadrados y se inaugurará en el verano de 2021.
Departamento de Patrimonio de Audemars Piguet
Ingels dice que su visión difería mucho de la arquitectura suiza de las montañas del Jura. Las normas de construcción suizas son muy estrictas. Me dijeron que un edificio aquí debía parecerse a otros edificios, es decir, tener un tejado en ángulo de doble vertiente", reveló en la presentación preliminar del proyecto, construido en forma de muelle de reloj, su inspiración obvia. Las paredes del pabellón de cristal tienen un grosor de 12 cm, suficiente para soportar la estructura de acero de 470 toneladas.
La malla de latón que se extiende alrededor de la pared exterior no obstaculiza las vistas, sino que regula los niveles de luz y calor en el museo. El tejado proporciona una regulación adicional de la temperatura, ya que tiene capacidad de absorción de agua, se cubre de nieve en invierno y de hierba en verano.
A diferencia de la moderna espiral de cristal, el antiguo edificio histórico es robusto y sólido, construido en madera y piedra. Los señores Audemars y Piguet instalaron su manufactura en el último piso de ese edificio, ya que abundaba la luz. La restauración de aquel edificio erigido en 1868 reunió a numerosos artesanos locales, que consultaron al Departamento de Patrimonio de Audemars Piguet.
Sus esfuerzos conjuntos permitieron restaurar toda la carpintería original, y el edificio alberga ahora el archivo del Departamento de Patrimonio, la Fundación Audemars Piguet y el taller de restauración, donde relojeros altamente especializados reparan y restauran relojes antiguos.
La Fundación Audemars Piguet se dedica a la preservación y restauración de la biodiversidad, la protección de los bosques y la protección del medio ambiente en Suiza y en el extranjero. La fundación tiene previsto plantar un árbol, el mespilo nevado (Amelancher rotundifolia) en el corazón del atrio acristalado del museo como símbolo de su labor, y después de dos años trasplantarlo al exterior, como parte de un proyecto de preservación local.
La directora de la fundación es Jasmine Audemars, presidenta del consejo de administración de Audemars Piguet e hija de Jacques-Louis Piguet, que creó la fundación en 1992. La manufactura honra la apertura del museo a su manera, con la creación de una nueva versión del cronógrafo de 1943, del que sólo se fabricarán 307 unidades. El (Re)master01 formará parte de la serie de edición limitada de 500 unidades y evocará en todos los aspectos a su lustroso predecesor.
Texto Dubravka Tomeković Aralica
Fotos y vídeo Iwan Baan y Musée Atelier Audemars Piguet