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Descubra la pintoresca Betina: la encantadora puerta de entrada a las islas Kornati

Descubra la pintoresca Betina: la encantadora puerta de entrada a las islas Kornati

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Tiempo de lectura 5 min

Embárquese en un viaje a la isla de Murter y descubra Betina, un pueblo donde pervive el legado del velero gajeta marinero. Explora sus bulliciosos puertos deportivos y su vibrante pasado, testimonio de generaciones de hábiles constructores navales.

El alma de la Gajeta: Desvelando el legado de la construcción naval de Betina

Betina no es sólo un pueblo; es el testimonio vivo de un legado tallado en madera. Póngase de pie conmigo en el corazón del puerto renovado, con el aire salado picándole en las mejillas mientras la luz del sol baila sobre el ondulante Adriático. Allí, grabado en un monumento erosionado, yace un proverbio eterno: "De tres hijos que tiene una madre, uno labra la tierra, dos construyen los barcos". Aquí, en Betina, hasta las uñas nadan". Esta inscripción susurra una historia de generaciones que construyeron sus vidas sobre el mar, su espíritu entretejido en el tejido mismo de este pueblo isleño.

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Betina no es una joya más del Adriático; es un lugar donde el patrimonio marítimo palpita en cada calle adoquinada. La pieza central, por supuesto, es el legendario velero Betina gajeta. Pero más allá de esta emblemática embarcación yace un legado de barcos de madera hechos a mano, construidos por generaciones de hábiles carpinteros de ribera. Sus conocimientos, transmitidos a través de susurros y de la práctica, son un bien preciado hoy en día, cuando las oportunidades de aprender este arte son cada vez menores.

betina gajeta sailboat

La tradición y la artesanía de la construcción naval en madera, que por un giro del destino experimentó un auge con la llegada de la familia Paška Filipi de Korčula a Betina hace casi tres siglos, y con la familia Uroda -herreros y calafates- convirtieron este lugar en el centro de la construcción naval en madera del Adriático.

Betina, como muchas ciudades costeras, palpita de vida en verano. Los turistas abarrotan las calles, los restaurantes bullen de actividad y el sol reina supremo. Pero bajo esta vibrante fachada se esconde otra Betina, a la espera de ser descubierta. Cuando las multitudes desaparecen y el sol se oculta, el pueblo se sumerge en un ritmo apacible. El aire desprende el aroma de las aceitunas maduras y el suave arrullo del Adriático serena la orilla.

Los lugareños se dedican a sus tareas cotidianas y sus risas resuenan en las tranquilas calles. Ésta es la Betina que buscábamos, un lugar donde reina la autenticidad y late con fuerza el verdadero corazón del pueblo. Aunque la escena culinaria ofrece una selección más sencilla, todo lo demás está abierto a la exploración y al puro disfrute.

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Aléjese del soleado paseo marítimo y descubrirá una Betina diferente. Aquí, el tiempo parece susurrar en blanco y negro. Calas abovedadas protegen del sol, mientras mansiones señoriales y baladas olvidadas susurran historias de una época pasada. Son postales vivas, conservadas en su belleza intemporal.

No es de extrañar que Betina figure en la lista de lugares históricos protegidos. Puede que no posea el gran espectáculo que exige la UNESCO, pero habla una verdad más sencilla: un lenguaje de pescadores, agricultores y espíritu humano. Betina toca la fibra sensible, un lugar donde la historia no es una exposición de museo, sino un eco vibrante en las calles empedradas y las fachadas desgastadas.

Navegando a través del tiempo: Museo de la Construcción Naval en Madera de Betina

Betina Museum of Wooden Shipbuilding

El legado de Betina, que llegó a contar con once astilleros, perdura en su vibrante flota. Hoy, los mástiles de estas bellezas se alinean en el puerto, testimonio de la perdurable "Regata para el alma y el cuerpo" y del apreciado patrimonio marítimo de Betina.

Este pueblo histórico, enclavado cerca de Murter, está naturalmente protegido y es fácilmente accesible por puente o por mar. Con puertos deportivos en Betina y Hramina, además de fondeaderos seguros cercanos como Kosirina, Betina es una plataforma de lanzamiento perfecta para explorar las islas Kornati.

El Museo de la Construcción Naval de Madera de Betina tira la tradición por la borda (en el buen sentido). Aquí podrá explorar un astillero en funcionamiento y conocer de primera mano las embarcaciones que dieron forma a Betina. Desde 2005, este dinámico museo nacional ha transformado el pueblo, que ha pasado de ser una parada turística a convertirse en una potencia cultural.

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Más allá de las velas: Celebrando el rico tapiz de Betina

En Betina, la construcción naval no es sólo historia: es un arte vivo. Festivales, talleres e incluso el puerto rediseñado (¡piensa en una exposición al aire libre!) celebran esta herencia. Y la fuerza de las mujeres de Betina va más allá de las paredes del museo.

La regata femenina de remo "Dlan & veslo" (palma y remo) es el reciente renacimiento de una tradición muy apreciada. Desde su regreso (se celebró por última vez en 1979), se ha convertido en un acontecimiento muy querido, que atrae tanto a equipos locales como internacionales. Esta regata se celebra durante el "Día del Brganje", una celebración de la herramienta utilizada para recoger almejas, y ofrece una inmersión cultural única.

betina latin sail regatta

¿Preparado para salir de la rutina y sumergirse en el vibrante patrimonio de Betina? Diríjase al pueblo durante la primera semana de agosto. Será una experiencia que no le dejará indiferente.

En Betina, la tradición no es sólo una reliquia del pasado; es un latido vivo y palpitante. Desde animados bailes y cautivadoras representaciones hasta arraigadas costumbres religiosas y estimulantes regatas, el pueblo palpita con su rico patrimonio. Y entre estas vibrantes expresiones de la tradición, la regata "Latinsko jidro" (Vela latina) ocupa un lugar especial en los corazones de Betinjani, los orgullosos habitantes del pueblo.

Más que una regata de barcos tradicionales o una reunión festiva, el "Latinsko jidro" se ha convertido en un movimiento en toda regla, cuyo espíritu se filtra en el tejido mismo de la vida en las islas del Adriático. Se ha convertido en un emblema de identidad, un testimonio de la verdadera esencia del alma dálmata.

Tanto si es un apasionado admirador de las embarcaciones de madera, como si le cautiva el encanto de las velas latinas, le cautiva el tapiz de tradiciones y folclore, o simplemente busca probar la auténtica cocina local, Betina ofrece abundantes razones para visitarla. Y los Betinjani, siempre dispuestos a compartir su valioso patrimonio, le recibirán con los brazos abiertos y le invitarán a experimentar su modo de vida único.

Texto Filip Bubalo

Fotos Ivo Pervan, Boris Kačan, TZ Betina y Filip Bubalo

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