Trogir: La capital de piedra del Adriático Medio

Un lugar donde leyendas y realidad se entrelazan en una historia alquímica y donde el tiempo parece haberse detenido en algún momento de la Edad Media: eso es Trogir.

¿Dónde está Trogir, en Croacia?

La capital de piedra del Adriático Medio, situada en un estrecho marino, es en realidad más antigua que Split y Dubrovnik. En esta antigua ciudad se desenterraron restos cerámicos que datan del año 2000 a.C., y en Trapljeni Doci, un pueblo del interior de Trogir, se encontró una pequeña arma de sílex. Probablemente fue un arma que un hombre de Neandertal utilizó hace unos 45.000 años para cazar y ahuyentar a sus congéneres de las mujeres neandertales de las colinas que rodean Trogir.

De Split a Trogir

Estar tan cerca del aeropuerto de Split significa que Trogir es el punto de partida ideal para numerosas personas que navegan en yates fletados desde los puertos deportivos de Trogir. Una ciudad milenaria cuyas fachadas de piedra están llenas de vestigios de historia que sin duda debe incluir en su itinerario de verano si su ruta de crucero le lleva a Dalmacia.

La arquitectura de los palacios aristocráticos, las numerosas fortificaciones, iglesias y otros edificios antiguos que conforman el núcleo de la ciudad, combinada con las historias y leyendas intemporales de este castillo en el mar, Trogir atrae sin duda a los viajeros del tiempo, porque venir a Trogir significa retroceder en el tiempo. La experiencia será aún mejor si decide alojarse en uno de los pequeños hoteles históricos en los que se están convirtiendo cada vez más palacios y casas antiguas.

Casco antiguo de Trogir

Si pasea por las murallas y calles medievales de Trogir, y sólo necesita dar 365 pasos para recorrerla en horizontal y el doble en vertical, sin duda pensará que ha retrocedido en el tiempo y esperará encontrarse con un noble ocioso, o al menos con un paje. Como homenaje a los periodos de prosperidad que tuvo la ciudad en los siglos XIII y XIV, en primavera se celebra aquí un festival medieval, con muestras de artesanía antigua, comidas y bebidas, artistas callejeros disfrazados, competiciones de caballeros y músicos medievales.

El evento está organizado por una asociación de entusiastas enamorados "de un pasado cada vez mejor". No se sorprenda si tropieza con Kairos, el dios griego del momento oportuno, porque, según la leyenda, se detiene en Trogir cuando se cansa de holgazanear alrededor del relieve realizado por el famoso escultor griego Lisipo en el siglo IV a.C., que se conserva en el monasterio benedictino de San Nicolás. Fue descubierto en 1928 en la modesta casa de la familia Stanošević, y se cuenta que el relieve de mármol, uno de los tres de su clase en el mundo, fue utilizado por un ama de casa de Trogir para prensar un cuenco de sardinas saladas, completamente despistada sobre el tesoro que tenía entre manos.

Cuenta la leyenda que a Kairos, el hijo menor de Zeus, hay que agarrarlo por el mechón de sus cabellos, pues sólo así se experimenta la verdadera suerte. Este relieve no se encontró en una casa cualquiera, sino en una casa familiar cuyos miembros fueron cancilleres del Reino de Hungría. Se trata de un descubrimiento de talla mundial y es posible que algún miembro de la familia Stanošević lo hubiera adquirido en un viaje diplomático por Asia Menor.

Qué hacer en Trogir

Roko Slade-Šilović, farmacéutico, conservador y fundador de la Sociedad para la Preservación de Antigüedades de Trogir, lo descubrió en el Periodo de Entreguerras y entonces escribió sobre el relieve el director del Museo Arqueológico de Split de la época, Mihovil Abramić, en un artículo que sigue vigente hoy en día. 'El relieve del periodo helenístico simboliza el deseo de capturar el momento fugaz, el mechón de la suerte de Kairos, que tiene pequeñas alas en los pies y en la espalda, y vuela hacia algún lugar más allá de nosotros', dice el cronista e historiador de Trogir, el profesor Ivo Babić, doctor en Filosofía.Si quieres que tu amor dure para siempre, entonces debes, como dice otra leyenda de Trogir, besarte junto al 'árbol del amor'.

Se trata de un árbol muy peculiar, cuya copa utilizan los amantes de Trogir como escondite desde la antigüedad. Trogir fue fundada como asentamiento llamado Tragurion por mercaderes griegos llegados de la isla de Vis en el 380 a.C., y desde entonces ha sido usurpada por muchos otros conquistadores europeos, que siempre han dejado su huella en ella. El núcleo medieval está repleto de palacios históricos, iglesias, casas de nobles, comerciantes y artesanos, y está inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Está situada en un islote de 500 metros de largo y unos 250 de ancho, encajado entre tierra firme y la isla de Čiovo, a la que está conectada por tres puentes, uno de ellos peatonal.

La bahía de Kaštela se encuentra al este. Antiguamente se llamaba bahía de Salona, por la capital romana de Salona, cuyos restos se encuentran en la actual Solin y sus alrededores. Mientras Trogir estuvo bajo dominio romano, el emperador Claudio hizo construir allí villas para sus generales dados de baja. Al rey húngaro Bela IV de la dinastía Arpad le gustaba Trogir y en 1242 huyó allí para esconderse de los sanguinarios tártaros, por lo que, temiendo por su vida, escapó a un pequeño islote del archipiélago de Trogir donde los nobles acudían a cazar conejos. Los tártaros se marcharon, el rey Bela había sobrevivido y otorgó regalos y privilegios a Trogir y, en su memoria, los habitantes llamaron Kraljevac ("kralj" significa rey en croata) al islote donde se escondía.

Fortaleza de Kamerlengo

La fortaleza de Kamerlengo se encuentra en la parte suroeste de la antigua Trogir desde finales del siglo XIV, y su nombre es puramente "burocrático" porque se lo debe a los funcionarios administrativos de la República de Venecia (Camerlenghi del Comun) que vivían y trabajaban en las fortificaciones. Hoy en día, la fortaleza es escenario de numerosos conciertos, actuaciones y eventos similares al aire libre, y en agosto acogerá por sexta vez el Festival Moondance, con renombrados DJs de techno mundiales y croatas como cabezas de cartel.

Iglesia de San Lorenzo

Los amantes de las antigüedades también se enamorarán de la plaza central de la ciudad y de la Iglesia de San Lorenzo, un monumental edificio que mezcla elementos románicos, góticos, renacentistas y barrocos, construido entre 1213 y 1589, más de tres siglos. En su entrada se encuentra la obra maestra de la escultura románico-gótica: el portal del maestro Radovan, el escultor y arquitecto medieval croata más significativo, de 1240. También se encuentra aquí la Logia de la Ciudad, un lugar desde el que el duque se dirigía a la gente de la ciudad, y donde se llevaban a cabo los asuntos legales y se leían los testamentos.

También está el hermoso palacio de Ćipiko, pero, por desgracia, la antigua farmacia de 1271, la primera de Europa, ya no está allí. Era un lugar donde los farmacéuticos de Venecia ofrecían hierbas medicinales y hacían pociones alquímicas milagrosas.

Hoteles en Trogir

Si quiere experimentar cómo era una noche en el Trogir del siglo XIX, puede alojarse en el Hotel Pašike, en la parte norte del casco antiguo, donde se ubicaba un asentamiento de campesinos. En el restaurante del hotel podrá degustar especialidades tradicionales como la pašticada, el škartocete, la popara, el brujet, el bacalao, la sopa de Trogir o los rafioli dulces elaborados con recetas ancestrales de las mujeres de Trogir.

Otros hoteles históricos son el Bifora Heritage Hotel y el XII Century Heritage, lugares ideales para huir de la vida cotidiana y evadirse a un mundo que ha desaparecido en otras partes del mundo. El espíritu del viejo Trogir también se encuentra en la entrada oriental de Trogir, los Molinos de Pantan. Retornados de América, la familia Pavić los restauró en 1994 en medio de un embalse con lago salobre, hogar de hasta 163 especies de aves y decenas de especies de peces. Allí abrieron un restaurante que evoca el ambiente del viejo Trogir, y el menú refleja una fuerte tradición dálmata.

El Brown Beach House Hotel, en el lado Čiovo de Trogir y no lejos del puente que une el casco antiguo y la isla, es uno de los hoteles boutique más populares de Croacia. Se trata en realidad de una estación de compra de tabaco renovada llamada Duhanka.

El hotel es tan popular que la famosa revista Condé Nast Traveler lo incluyó en su lista de los 55 mejores hoteles nuevos del mundo, junto con el Hotel Ritz de París y el Hotel Whitby de Nueva York. El estilo de este edificio renovado es una combinación de rústico y moderno, que evoca la estética de los resorts italianos de los años cincuenta. Fue diseñado por Saar Zafrira, un diseñador de Ámsterdam que en los últimos años ha trabajado en varios hoteles de lujo de toda Europa.

En Trogir se celebra el hedonismo con cuchara, por lo que encontrará varios restaurantes de cocina mediterránea moderna o tradicional. Si le apetece probar maravillas gastronómicas modernas, Don Dino es su sitio, y si quiere comer como un auténtico habitante de Trogir, debe visitar Tri volta, un pequeño restaurante situado cerca de la plaza principal donde podrá comer especialidades tradicionales dálmatas.

¿Cuándo visitar Trogir?

El número récord de turistas que visitan Trogir cada año significa que la ciudad se está convirtiendo en un destino que no debe perderse cuando visite Croacia. Si quiere experimentar el prístino encanto mediterráneo y el ambiente relajado de esta ciudad, lo mejor es visitarla antes o después de la temporada turística.

En verano, Trogir es un escenario cosmopolita para huéspedes de todo el mundo, lleno de murmullos. Así lo atestiguan los numerosos yates de lujo amarrados en los tres puertos deportivos que rodean Trogir, así como los anclados allí en verano que traen a los huéspedes más exclusivos a visitar esta perla del Adriático. Desde Trogir puede dirigirse fácilmente al norte y visitar los parques nacionales de Kornati y Krka, o ir al sur hacia Split, Hvar y Dubrovnik.