Liubliana: Casa del Dragón en estilo esloveno

La capital de Eslovenia es un destino atractivo que cuenta con la maravillosa arquitectura de Jože Plečnik, una gran variedad de opciones de comida callejera y estupendos bistrós, un casco antiguo encantador y un castillo en una colina que domina la ciudad, con un excelente restaurante de alta cocina.

Con algo menos de 300.000 habitantes, Liubliana es una de las capitales más pequeñas de Europa, pero no se deje engañar por su tamaño. Su encanto, carácter y atracciones hacen de la capital de Eslovenia una gran elección para una escapada de fin de semana antes de ir a las montañas o a los famosos lagos eslovenos.

Hay excelentes restaurantes, grandes museos y puntos de interés por descubrir, pero también extravagantes bistrós y lugares donde divertirse o salir de fiesta. En resumen, Liubliana es un destino atractivo, no masificado y muy apto para peatones y ciclistas, como confirma el título de Capital Verde Europea que la Comisión Europea concedió a la ciudad en 2016.

Los lugareños dicen que no has visitado realmente su ciudad si no te has hecho una foto en el Zmajski most

Gracias al río que serpentea por el Casco Viejo, esta parte de la ciudad está llena de puentes pintorescos, que conectan dos orillas llenas de vida. Además de por los puentes, el Casco Viejo es conocido por su Mercado Central, diseñado por Jože Plečnik, pionero de la arquitectura modernista que modeló la ciudad siguiendo el modelo de la antigua Atenas, pero dándole un toque moderno.

A menudo se compara a uno de los más grandes arquitectos eslovenos con Antoni Gaudí, ya que el impacto de Plečnik en Liubliana es similar al legado de Gaudí en Barcelona. A principios del siglo XX, Plečnik diseñó grandes partes del casco antiguo, como terraplenes, cementerios, mercados, la biblioteca, el emblemático Puente Triple y el Teatro al Aire Libre Križanke.

Un magnífico punto de partida para explorar Liubliana es la plaza Prešeren, en honor al fallecido France Prešeren, poeta nacional esloveno y uno de los mejores poetas románticos de Europa. El corazón de Liubliana cuenta con tres símbolos distintivos de la ciudad: la Iglesia Franciscana y su fachada rosa, la estatua de Prešeren y el Puente Triple de Plečnik, inspirado en el Puente de Rialto de Venecia, rodeado de impresionantes edificios, como los grandes almacenes Mayer y la Casa Urbanc, sede de los grandes almacenes Galerija Emporium.

El río Ljubljanica es el verdadero centro de la vida de Liubliana, repleto de gente en primavera y verano. El paseo a lo largo del Ljubljanica le llevará a algunos de los mejores lugares de la ciudad, permitiéndole cruzar muchos puentes, el más famoso de los cuales es el Puente de los Dragones. Es el lugar más fotografiado de la ciudad, con una estatua de dragón alado sobre un pedestal en cada esquina. Se dice que no se ha estado en Liubliana si no se tiene una foto con uno de los dragones.

Liubliana es un centro gastronómico, con muchos bares interesantes y, por supuesto, la panadería artesanal de Ana Roš.

La encantadora plaza medieval de la ciudad (Mestni trg), situada en las inmediaciones, le llevará a un laberinto de callejuelas con una animada escena de restaurantes y bistrós. Luego está el Castillo de Liubliana, al que también se puede ir andando y disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. Otro lugar que no debe perderse para disfrutar de unas vistas impresionantes es el Nebotičnik, el primer rascacielos de la antigua Yugoslavia, inspirado en los rascacielos Art Déco de Nueva York.

La naturaleza ecléctica de Liubliana también puede experimentarse a través de la comida. La ciudad tiene mucho que ofrecer en cuanto a restaurantes, bistrós y comida callejera. No se pierda el mercado de alimentos Odprta kuhna, en Pogačarjev trg, que cada año atrae a más gente a la capital de Eslovenia.

Todos los viernes, de marzo a finales de octubre, el lugar se convierte en el salón de Liubliana, donde los amantes de la gastronomía acuden en masa a degustar comida preparada por famosos chefs. Una nueva incorporación al panorama gastronómico de Liubliana es Pekarna Ana, una panadería artesanal de Ana Roš, chef del restaurante Hiša Franko, con dos estrellas Michelin, que puso a Eslovenia en el mapa culinario del mundo.

Pan de masa madre, cruasanes, bollería, cruffins y galletas son algunas de las delicias que la panadera jefe de Hiša Franko, Nataša Đurić, preparará para los amantes de los carbohidratos. Un corto paseo por el paseo marítimo a lo largo del Ljubljanica le llevará a TaBar, bar de tapas de inspiración eslovena donde el menú cambia con la temporada y donde el chef Jakob Pintar prepara menús degustación de tres y cinco platos.

Strelec, recientemente galardonado con una estrella Michelin, es otro restaurante que no puede perderse. La torre renovada del castillo de Liubliana es un lugar único donde podrá degustar las obras maestras del chef Igor Jagodic, que combina la cocina medieval y tradicional eslovena en platos contemporáneos para una experiencia gastronómica inolvidable.

Texto Hrvoje Bulešić

Fotos Slovenska turistična organizacija / Jošt Gantar, Dean Dubokovič, Andrej Tarfila, Miran Kambic, Jacob Riglin, Pekarna Ana, TaBar, Breg, Strelec, Unsplash & Pexels