Luka Šangulin: Atleta de corazón

Luka Šangulin es un gran aficionado a la vela que ha forjado su impresionante carrera en el sector turístico y dedica su tiempo libre a competir con los mejores regatistas croatas.

Por las venas de Luka Šangulin, copropietario y miembro del consejo de administración de Angelina Group, una de las mayores empresas croatas de chárter, corre agua de mar. La primera navegante ávida de su familia fue su abuela Angelina, originaria de la isla de Rava, en el archipiélago de Zadar, ahora inmortalizada en el nombre de la empresa de Luka. Su padre y su tío fueron pioneros del turismo náutico en Biograd, así que no es de extrañar que Luka construyera su impresionante también en el turismo.

Estudié empresariales en Zagreb y elegí el turismo como área de interés. Fue algo natural, ya que la navegación y el turismo siempre han sido una parte importante de mi vida. Ya de niño me dedicaba a ello: recibía a los huéspedes que llegaban de Kornati, cuidaba de los barcos y cosas así. Esta sinergia entre la vela, el turismo y la vida cotidiana siempre ha marcado nuestra vida familiar; dependíamos de ella, nos dedicábamos a ella y, en definitiva, vivíamos de ella. Durante mi época universitaria en Zagreb, conocí a muchos otros actores de este negocio, pero siempre he sabido que mi estancia en la capital era temporal".

Cuando usted tomó las riendas, Angelina era una empresa familiar. Ahora es uno de los mayores corredores de chárter del Adriático.

Soy un atleta de corazón, y muy competitivo. Me encantan los retos. No me motiva el beneficio, porque el beneficio es sólo una consecuencia, por así decirlo, de hacer las cosas bien. Esta motivación me ha impulsado toda la vida, a veces en detrimento de mi vida familiar. Me gusta decir que tengo cuatro hijos: tres niños y Angelina, que es a la vez mi primera y mi cuarta hija.

Después de licenciarme, volví a Biograd y me hice cargo de Angelina tours, la empresa de mis padres. Entonces estábamos abriéndonos camino, acabábamos de empezar, así que no era fácil encontrar corredores con los que asociarnos. Tenía cenas de negocios con posibles brokers en Düsseldorf por la noche, y a la mañana siguiente tenía que viajar a Biograd para recoger nuestra flota para la temporada, con la ayuda de nuestro único tripulante. Ese enfoque integral me ayudó más tarde en los negocios; conocía todos los aspectos de nuestro negocio y podía hacerlos funcionar. Hoy Angelina posee una flota de más de 300 embarcaciones, en 14 puertos deportivos, todos en Croacia.

Aunque seguimos siendo una empresa familiar, nuestra familia ha crecido un poco, eso es todo. Hemos seguido siendo una familia incluso durante la pandemia, sin despidos ni recortes salariales. Nuestros empleados son cualificados y leales, y estoy orgulloso de llamarlos mi familia. Son nuestro activo más valioso, y los apreciamos más que cualquier beneficio.

¿Cómo ve el mercado chárter croata en un futuro próximo?

El Adriático es nuestro mayor factor de influencia. Tal y como yo lo veo, el mundo del yate croata se está separando en dos direcciones. Una de ellas es el chárter sin tripulación, dirigido a navegantes de mentalidad tradicional que no necesitan tripulación. La otra es su polo opuesto, para huéspedes que no tienen ninguna experiencia en navegación, pero han leído en Internet sobre nuestro hermoso país y quieren experimentar lo mejor de él. Les gustan los grandes veleros, los catamaranes o los yates de lujo con tripulación numerosa, y les gusta navegar sin preocupaciones.

Hemos visto una enorme afluencia de este tipo de clientes durante la pandemia, cuando los barcos sustituyeron a los hoteles aquí en el Adriático. Seguirán viniendo, pero esperan un servicio impecable. La calidad de ese servicio no sólo depende del barco, sino también de la tripulación.

Usted es un regatista de corazón.

Lo que obtengo de las regatas, especialmente en barcos como el Melges 24, es una concentración total. En los grandes cruceros, se compite con el portátil en la mano, consultando el correo electrónico o el teléfono. Pero el Melges 24 permite una experiencia analógica: te pones el traje de neopreno, te sientas al timón y desconectas de todo lo demás. A algunas personas les gusta boxear, a otras entregarse a diversos vicios, a mí me gusta entregarme a la vela y a las regatas. Cuando vuelvo de una regata, soy un hombre nuevo, lleno de energía positiva y listo para afrontar nuevos retos empresariales.

Usted participa activamente en el club náutico de Briva, últimamente un gran protagonista de las regatas, ya que acoge la Copa del Mundo de RS21 y la Copa del Mundo de Melges 24.

Crecí rodeado de barcos de vela, pero entonces no había clubes náuticos en Biograd. Como he hecho una buena vida gracias a los barcos, me he sentido casi en el deber de devolver mi buena suerte, y lo he hecho a través del club náutico de Briva. Es un club de vela amateur con una escuela de vela muy buena. Quería que mis hijos y otros niños tuvieran esa oportunidad, que aprendieran a navegar, se hicieran amigos del mar y tal vez decidieran que quieren dedicar su vida profesional a ello como he hecho yo.