Más allá del Parque Nacional: Descubra el encanto de la isla de Žut en Kornati
La isla de Žut murmura una promesa en la brisa del Adriático. Cada cala oculta un puerto secreto, mientras que las encantadoras tabernas que se encuentran en su interior invitan a disfrutar de la frescura del mar. Imagínese deleitándose con una sinfonía de sabores: suculentos mariscos, manjares de temporada y exquisitos vinos locales, todo ello mientras la escarpada belleza de la isla se despliega ante sus ojos.
El archipiélago de Kornati es un tesoro croata, a menudo asociado al impresionante parque nacional del mismo nombre. Sin embargo, el Parque Nacional de Kornati abarca sólo una parte de las islas. Tradicionalmente, los lugareños dividen Kornati en Bajo y Alto.
La isla de Žut: Una joya oculta del archipiélago de Kornati
El Alto Kornati cuenta con joyas como Šćitna, Sita y Gangarol. Pero la joya de la corona es Žut, la isla más grande de todo el archipiélago. Más allá de Žut hay una cadena de islotes y rocas que se extienden hacia el norte, hacia Balabra, y hacia el sur, hacia Dajna.
Durante siglos, Žut ha compartido un vínculo especial con los residentes de la isla de Murter, conocidos como murteranos o murterinos-kurnatares. Esta estrecha relación culminó con la compra de Žut por parte de los murteranos en la segunda mitad del siglo XIX.
A diferencia de sus vecinos, como Ugljan, Pašman y Dugi Otok, Žut nunca desarrolló grandes asentamientos permanentes. Sin embargo, el litoral profundamente recortado de la isla ofrecía un lienzo ideal para un patrón de asentamiento único.
Un tapiz de calas y casas de campo
A lo largo de la costa, sobre todo en la parte noreste, hay grupos de encantadoras casas de campo. Fueron construidas por los propietarios de las fincas y son vestigios del intrigante pasado de Žut. Al acercarse a Žut, la primera vista que le recibe es la bahía de Pinizel, salpicada de casas de campo pertenecientes a familias de Murter y Betina.
Navegando más al noreste, encontrará la estrecha bahía de Bizikovica, sorprendentemente "densamente poblada" de casas. Estas bahías y costas marcan el límite occidental de Žut, abriéndole paso a una isla paradisíaca.
Contrastes isleños: Drama y tranquilidad
Žut se extiende hacia el noreste a lo largo de unos doce kilómetros, un esbelto dedo de tierra que contrasta con sus dramáticos dos kilómetros de anchura. Su pico más alto, de unos modestos 172 metros, vigila el vecino Kornat a través del canal de Žut.
Las vistas aéreas revelan la espectacular costa de Žut, esculpida por el Adriático. El lado noreste atrae con calas protegidas, ideales para fondear, nadar y empaparse del encanto. Este lado ofrece un marcado contraste con las costas frente a Kornat, que quedan expuestas dentro del canal.
Curiosamente, las regiones interiores de Žut y Kornat están escasamente pobladas. Este curioso vacío parece un acuerdo silencioso entre las islas, un pacto para respetar la soledad de la otra.
ACI Marina Žut: Su puerta de entrada al archipiélago de Kornati
Para llegar a Žut se necesita un barco, pero en la propia isla se puede cambiar la embarcación por cómodos paseos. Éstos a veces conducen a pintorescas subidas recompensadas con impresionantes vistas panorámicas.
Enclavado en el extremo occidental de la bahía de Luka Žut, ACI Marina Žut actúa como centro neurálgico para explorar las maravillas del archipiélago de Kornati. Una corta subida desde el puerto deportivo lleva al pico de Tvrdomešnjak, que ofrece unas vistas impresionantes, especialmente al amanecer, al atardecer o bajo el suave resplandor de la luna.
Las bahías que parten de Luka Žut son refugios seguros para los navegantes. Explore estas calas escondidas y descubra encantadores restaurantes enclavados junto a las casas locales. Saboree delicias de marisco fresco, relájese con una copa o disfrute de las especialidades locales, todo ello muy cerca del puerto deportivo.
Un legado familiar: Restaurante Fešta
El restaurante Fešta tiene un origen fascinante. Construido por Mirko, el patriarca de la familia, el tradicional restaurante de piedra se funde a la perfección con el carácter de la isla. Hoy, Fešta no es sólo un restaurante de Kornati; es un destino de primera clase dirigido por Krešimir Mudronja, nieto de Mirko. Comprometido con la calidad y la sostenibilidad, Fešta ofrece una experiencia culinaria excepcional junto a unas vistas impresionantes.
Más allá del restaurante: Historia y joyas ocultas
Un sendero serpentea desde la finca de Mudronja, conduciéndole en un viaje a través de la isla. El sendero culmina en la colina de Grba y la bahía de Pristanište, donde se cree que nacieron los primeros asentamientos de Žut. Más al sur se encuentra Pristanište, una cala aislada con restos de antiguas casas de Kornati.
Una historia de resistencia: El bombardero estadounidense B-24
La historia de Žut guarda un notable relato de valor y resistencia. En 1944, un bombardero estadounidense B-24 se estrelló en Žutska Grba. Milagrosamente, todos sobrevivieron. Los restos del avión recuerdan este extraordinario capítulo de la historia de Žut.
La cautivadora costa de Žut, con sus calas escondidas, ofrece tranquilidad a quienes buscan una escapada solitaria. Desde su espectacular belleza hasta sus encantadores pueblos y relatos históricos, Žut promete una experiencia única e inolvidable a cada visitante.
Texto Jordanka Grubač
Fotos Ivo Pervan, Mario Jelavić, ACI arhiva/ Petar Fabijan/Davor Žunić