Azimut Magellano 30M: El buque insignia

Azimut Magellano 30M: Entre arte y arquitectura

Magellano, un nombre poderoso que evoca una historia de amor por los viajes y los descubrimientos. Inspirado en la cultura de los arrastreros diseñados para viajes de largo alcance, Azimut interpreta este modelo con un toque contemporáneo y, ya en 2007, desarrolló el concepto del primer Crossover de la historia de la náutica, revolucionando la experiencia de la navegación al introducir una categoría de producto que no existía antes.

La línea Magellano satisface las necesidades de un propietario contemporáneo que ama viajar, con los dos modos de velocidad, el casco de alta eficiencia de última generación y un diseño de rara sofisticación.

Al igual que los demás modelos de la línea Magellano, en vista del éxito de mercado de la carena Dual Mode, el coupé crossover Azimut Magellano 30M nace de la decisión de disponer de una carena diseñada para velocidades más bajas, así como para planear a velocidades más altas.

Al igual que su predecesor de 25 metros, el Azimut Magellano 30M es fruto de la colaboración con dos diseñadores excepcionales: el italiano Vincenzo De Cotiis, que diseñó unos interiores sofisticados de geometrías irregulares, y Ken Freivokh, cuya visión atemporal y elegante esculpió las líneas exteriores.

El estilo exterior combina un casco con volúmenes impresionantes y una elegante superestructura, el rasgo distintivo de este coupé crossover.

Los rasgos clave son la proa vertical, los imponentes laterales del casco y las pasarelas protegidas que discurren junto a amplias superficies acristaladas -más de 70 metros cuadrados- a través de las cuales la luz se derrama en cada ambiente interior.

El rasgo distintivo de la gama está representado por las elegantes lamas laterales de teca. Es el estilo de Ken Freivokh, sin duda el diseñador de nuestro tiempo que trabaja con mayor eficacia y elegancia tanto en veleros como en yates a motor.

Por otra parte, la mente creativa detrás de los interiores es el arquitecto y diseñador Vincenzo De Cotiis, cuya obra está representada y expuesta en la galería Carpenters Workshop, considerada un templo del buen diseño.

Por primera vez en un yate de este tamaño, la cubierta principal ofrece una vista de 270 grados sobre el mar: un momento de belleza inesperada, pero también una obra de arte de ingeniería de la Oficina Técnica del astillero, que diseñó un sistema de ventilación de perfil bajo para garantizar vistas ininterrumpidas, respaldado por el trabajo de Vincenzo De Cotiis.

De hecho, el arquitecto italiano diseñó el mobiliario a media altura, para no robar protagonismo al mar y al cielo, sino comunicarse con ellos. El mismo enfoque se encuentra también en los asientos de la bañera, diseñados para permitir que los ojos recorran el horizonte más allá de la terraza Infinity y su parapeto transparente.

El puesto de mando único está situado en la cubierta superior, dejando espacio en la cubierta principal para el generoso salón inundado de luz natural, además de la suite del armador con ventanales de suelo a techo.

Al subir a bordo, la mirada queda inmediatamente atrapada por los elementos que rodean las icónicas geometrías irregulares de De Cotiis, así como por el material elegido: la fibra de vidrio artística. Lo que para Azimut es un material de construcción, para el visionario diseñador es un recurso estético, que el laminado y la inyección de polvos y colores convierten en un material precioso.

El espacioso salón es otra expresión de la filosofía de convivencia del Magellano, con sofás que sugieren ritmo y fluidez a la vez que separan la zona de estar de la zona de almuerzo y el bar central y la unidad de asientos.

Adelante, en la cubierta principal, armarios revestidos de espejos y ojos de buey enmarcados en mármol cipollino hacen de la entrada a la espaciosa suite del armador uno de los rincones más llamativos del yate, donde ventanas de altura completa y un tocador colgante ofrecen una vista privilegiada y privada del mar.

Una escalera conduce al sky lounge y, a través de unas puertas, a la terraza de popa, que cuenta con tres zonas: un comedor protegido con rincón de relajación, un bar americano con vistas al mar y el solárium.