Análisis del Omikron OT-60: El primer modelo del prometedor astillero

Con sus muchos años de experiencia en renovaciones y adaptaciones de yates, Olimpic Marina de Lavrion, en los alrededores de Atenas, tenía todos los ingredientes necesarios, experiencia y conocimientos del mercado para crear una línea única de yates. Con este objetivo, crearon la marca Omikron, cuyo primer modelo, OT-60, combina la solidez y el ahorro de combustible clásicos de los veleros con la sencillez y flexibilidad de un yate a motor clásico.

Visitamos al nuevo constructor griego para probar su primer modelo, muy especial. El diseño del casco se confió al diseñador Juan Kouyoumdjian, más conocido por sus diseños para la Volvo Ocean Race y el Club Swan.

El resultado es un yate con un elegante casco en forma de proa, con una proa estrecha que se ensancha hacia la popa. La proa alberga un largo soporte para el ancla que recuerda al bauprés de los veleros.

Sin embargo, un paso en la proa justo por encima de la línea de flotación, así como la amplia popa cuyos lados no se curvan hacia dentro en ningún punto, dejan claro que se trata de un casco de nuevo diseño y no de un diseño de velero reutilizado.

La superestructura es muy sencilla, acristalada por todos los lados, y el techo es ligeramente más ancho que los laterales, inmediatamente despejado para proporcionar visibilidad y luz al interior.

La amplia popa, con su plataforma, alberga la embarcación auxiliar, ya que sobre ella, al nivel de la cubierta principal, hay una pasarela hidráulica giratoria que también sirve de grúa para la embarcación auxiliar. La parte de popa de la cubierta principal es espaciosa, con mucho espacio de almacenamiento y una gran entrada desde el suelo a la espaciosa sala de máquinas. Protegido por el techo de la superestructura, el salón exterior de popa ofrece dos mesas de comedor con sofás que pueden bajarse y convertirse en colchonetas para tomar el sol.

Los amplios pasillos laterales que conducen a la proa están protegidos por una alta valla que utiliza cuerda de Spectra en lugar de cables de acero, y en la proa hay otro gran solárium. Delante del parabrisas está la escalera que lleva al techo de la superestructura, donde hay espacio suficiente para otro solárium.

En el interior, el salón está equipado con un amplio sofá cama en el lado izquierdo, que se puede convertir en un sofá clásico moviendo el respaldo, y una pequeña cocina de esquina con fregadero, nevera, almacenamiento y un televisor extraíble en un elemento dedicado en el lado derecho.

El puente está bien equipado, con dos pantallas multifunción Garmin para controlar todos los sistemas del barco, el joystick que sirve a la hélice de proa, la pantalla del piloto automático, un acelerador clásico de dos palancas y un pequeño volante totalmente eléctrico, ligero como una pluma y fácil de manejar.

La visibilidad es excelente en todas las direcciones y, para facilitar el atraque, el sofá izquierdo de popa oculta a la vista otra palanca de acelerador y otro joystick de la hélice de proa. Junto a la consola de mando, unas amplias escaleras con pasamanos altos y robustos conducen bajo cubierta, a la zona de comedor con una mesa y dos bancos a la izquierda, y una cocina con una encimera en forma de L a la derecha.

Hay un gran frigorífico de pie, con congelador y fabricador de hielo, y la cocina presume de una altura de techo increíble, ya que se abre al techo de la superestructura con una gran claraboya.

Todos los demás camarotes gozan de abundante luz natural, que se filtra a través de las ventanas del casco o del acristalamiento de la superestructura, y la sensación general de luminosidad en el interior se ve reforzada por el uso de telas y maderas claras. Además, todos los camarotes cuentan con una impresionante altura de más de dos metros, suficiente incluso para los invitados más altos.

A popa, hay dos camarotes de invitados, uno con cama doble y otro con dos camas individuales, ambos con baños en suite, mientras que todo el espacio hacia proa está reservado para un espacioso camarote principal -de gran tamaño, con una gran cama doble central, un baño y una ducha separada-.

Este camarote puede sustituirse por dos camarotes más pequeños en la versión de cuatro camarotes, ambos con dos camas individuales y dos baños más pequeños. En la misma proa se encuentra el camarote del patrón, con camas Pullman y un aseo.

El Omikron OT-60 se comporta como un auténtico velero: es ágil en marinas pequeñas, especialmente cuando se utiliza la hélice de proa, y en navegación es estable, subiendo las olas en lugar de romperlas, sin apenas balanceo, especialmente para un barco de este tamaño.

Como la eficiencia fue uno de los principales principios rectores en el diseño de este yate, el OT60 supera con éxito esa prueba: con cinco pasajeros y los depósitos llenos al 40%, propulsado por dos motores Yanmar de 250 CV, el modelo alcanza los 8,5 nudos a 1.800 rpm, y consume 10,5 l/h; a 2.500 rpm alcanza una velocidad de crucero bastante decente de 10,8 nudos (27 l/h), y a 3.000 rpm, la velocidad aumenta a 13 nudos (60 l/h). La velocidad máxima que alcanzamos fue de 15 nudos. Debemos decir que este consumo superbajo de combustible debería ser muy interesante para los clientes de chárter.

En general, Omikron OT-60 es un yate único, agradable para navegar y agradable para vivir. Sin duda atraerá mucha atención en los próximos años, y quizá inspire imitadores. Ya se han construido tres unidades, otras cinco están en proceso de construcción, y el modelo ya ha recibido el premio a la motora europea del año en la categoría de yates de gran eslora.