Crítica de TecnoRib Pirelli 35: Caramelos de goma

Hemos esperado todo un año desde su presentación para probar la nueva TecnoRib Pirelli 35, y la oportunidad no podía llegar en mejor momento, justo después de que ganara el prestigioso premio Red Dot al diseño de producto, en gran parte gracias al excelente equipo de diseño sueco Mannerfelt Design Team

Dentro de su gama de semirrígidas de paseo, la TecnoRib Pirelli 35 está en la parte inferior, pero con sus 11 metros de eslora no es en absoluto un 'piccolino'. Hemos esperado todo un año para probarla, y la oportunidad llegó en el mejor momento, justo después de que ganara el prestigioso premio Red Dot Award al diseño de producto, sobre todo gracias al excelente equipo de diseño sueco Mannerfelt Design Team.

Un casco de dos escalones con cuatro ranuras a cada lado y propulsores internos MerCruiser son la esencia de este "caramelo de goma", mientras que las superestructuras con parabrisas elegantemente curvados y tubos de 0,6 m de diámetro son la prueba de que las semirrígidaspueden ser modernas y elegantes. La proa es bastante ancha y la entrada de proa más que cómoda.

Hay un asiento en la parte revestida de vinilo del tubo de popa, los dos pasamanos laterales están perfectamente integrados en la parte de plástico de la superestructura, y los pasamanos adicionales en la proa y en la consola del banco del patrón resultan muy útiles a mayor velocidad. Hay zonas de relax tanto en popa como en proa, y también preciosas y espaciosas colchonetas para tomar el sol. Igualmente grande y cómoda es la cabina, acabada con gelcoat, pero con una gran altura para estar de pie, un lavabo y un inodoro con ducha de diseño interesante.

El aspecto de la bañera cambia con las distintas opciones de propulsión, y con los motores internos se obtiene una plataforma de popa con cómodos compartimentos. En ambas versiones, las colchonetas para tomar el sol y los bancos se disponen alrededor de una mesa plegable, ideal para viajes de fin de semana, especialmente cuando se combina con una nevera (90 l) y un fregadero. La consola es ergonómica en forma y disposición, con una pantalla táctil Raymarine y Mercury Vessel View, VHF, volante y palancas, tal como a todos nos gusta en las semirrígidas.

En nuestra prueba de mar, los depósitos estaban medio llenos, así que no perdimos el tiempo y después de salir del muelle a 6 nudos de velocidad (900 rpm), aceleramos inmediatamente hasta 3600 rpm y 32 nudos. Como se trataba de una embarcación nueva y, por lo tanto, no estaba calibrada, no pudimos leer el consumo de combustible, así que nos relajamos y disfrutamos de un gobierno muy preciso en una mañana tranquila, creando nuestras propias olas y navegando por ellas como si no existieran sin ningún contratiempo.

Después de un rato llegamos a la conclusión de que la velocidad óptima es de 25 nudos (3000 rpm), así que navegamos con ella durante un rato, dando vueltas en círculos como en una pista de karts, y más tarde aceleramos hasta 38 nudos (4200 rpm), y descubrimos que era tan segura como la velocidad de crucero indicada. Aunque no lo utilizamos, debemos mencionar el joystick con la opción Skyhook, que es la guinda del pastel para esta semirrígida de diseño impecable, que deja muy atrás a la competencia por sus prestaciones y confort.

Texto Filip Bubalo

Fotos y vídeo TecnoRib